martes, 22 de mayo de 2007

Artículo IV

UNA DIETA CON HISTORIA Y PARA LA HISTORIA

La dieta mediterránea descubierta científicamente en 1970 reduce la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares

Cereales, frutas, verduras, frutos secos, legumbres, aceite de oliva, pescado, pollo, queso, yogur, carne y una “copita” diaria de vino tinto. Todos estos productos alimenticios característicos de la dieta mediterránea, deberían incluirse en nuestra alimentación. Este tipo de dieta tradicional supera con creces a las famosillas y tan poco recomendables como la dieta de la piña, la dieta de los asteriscos o la dieta del comer a toda hora. Sin la menor duda, la dieta mediterránea es la dieta estrella, puesto que numerosos estudios científicos han demostrado que tiene efectos beneficiosos sobre la salud.
La dieta mediterránea es aquella que siguen desde hace miles de años las regiones de la cuenca del mar Mediterráneo. Pero lo cierto es que se empezó a hablar de ella en 1970 a raíz del estudio conocido como el de los “Siete Países”. Dicho estudio, fue realizado por Ancel Keys en la Isla de Creta (Grecia) y demostró que en esa región, la esperanza de vida era la más alta del mundo ya que sus habitantes seguían lo que se conoce como modelo de dieta mediterránea.
A medida que pasan los años la ciencia avanza y se ha podido seguir investigando acerca de las ventajas que supone el incluir dicha dieta en nuestra vida. Es una realidad el hecho de que reduce la mortalidad, retrasa el envejecimiento y previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas (alzehimer) y cánceres.
El último gran paso ha sido el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea). Los resultados de este estudio fueron publicados el día 4 de julio en la revista “Annals of Internal Medicine”, considerada como la cuarta revista médica más importante del mundo. José Lapetra Peralta, médico de familia y experto en dieta mediterránea, investigador principal del estudio en Sevilla, afirma que se trata de un proyecto de investigación realizado íntegramente en España con la participación de grupos de investigación de diferentes comunidades autónomas y financiado por el Instituto de Salud Carlos III y por empresas como Hojiblanca, Patronato Olivarero, California Walnuts, Borges y La Morella Nuts, entre otras.
PREDIMED demuestra los beneficios de la dieta mediterránea en individuos sanos que tienen factores de riesgo cardiovascular; es decir, aquellas personas hipertensas, diabéticas, fumadoras y con altos niveles de colesterol. Estos pacientes, al incluir alimentos como el aceite de oliva, yogur, queso, cereales, etc, han logrado mejorar su calidad de vida puesto que ha descendido su presión arterial, los niveles de azúcar, el colesterol “malo” (LDL) y han aumentado los índices de HDL (colesterol “bueno”).
A pesar de los efectos beneficiosos que supone el seguir este tipo de dieta, en España, se está produciendo en niños y adultos jóvenes un cambio hacia el modelo dietético anglosajón caracterizado por un mayor consumo de grasas y proteínas de origen animal.

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